Lyon, Riom, Sarlat, un paseo por Francia… (Primera Parte)

Lyon, Parque de la Tete d´Or
Durante el  viaje, y gracias a la tecnología nos  íbamos  comunicando con algunos amigas/os. Muy cerca de Lyon, una de ellas, ojitos verdes (como a veces la llaman), nos  pidió que » (…) le dibujáramos  un cordero». Todos sabemos que «(…) Cuando el misterio es demasiado impresionante, no es posible desobedecer » por lo cual, luego de una democrática votación procedí  y algo por el estilo me salió…
 Con el pedido cumplido, pusimos pie en la ciudad de Antoine de Saint-Exupèry, para tomar nuestro auto y pasear por Francia acompañados quizás, por el espíritu del aviador  y  El Principito susurrándonos cada vez más fuerte que «lo esencial es invisible a los ojos«

El libre albedrío nos había llevado a tener vuelo hasta Lyon, un auto alquilado y saber que en cinco días deberíamos estar en Perpignan. Y allí, llegó nuevamente esa  frase motora: «¿para dónde vamos?»
Dos horas después, luego de pelear con el GPS (les recomiendo leer User Friendly), tomamos la ruta correcta con destino Sarlat-la-Canéda, sabiendo que la Dordoña se apropiaría de nosotros.
Ya en la ruta, con «nuestra amiga española» que vive dentro del GPS, vimos  que nos separaban algunos  kilómetros hasta llegar a Sarlat, por lo cual, decidimos dormir en una ciudad que el camino hizo que encontráramos: Riom.
Llegamos cerca de las cinco de la tarde, era invierno (fuimos a mediados de Febrero), por lo cual debíamos encontrar el típico hotel » bueno, bonito y barato», antes del anochecer.
Parados frente a la correspondiente oficina de turismo y luego de haber sido amablemente atendidos, extasiados por lo que luego confirmaríamos que fué un hallazgo nos alojamos los tres ( madre, padre y  adolescente ) en la cadena de hoteles  «ACE» cerca de la entrada de la ciudad.
A la mañana siguiente, salimos a ver que encontrábamos. Pasamos por la Oficina de Turismo para que no se nos escapara nada, y su  recomendación fue: «Aujourd’hui, c’est jour de foire!»  (¡Hoy es día de Feria!) y luego de caminar una cuadra, llegamos a la fiesta!! Ramos de flores, cierres de todos los colores, ropa, pollos cocinados a la vista, obras de arte, libros, sombreros, especias del mundo entero, y el alma de la típica feria.
Aquella, que me hizo recordar la feria cerca de casa y las películas de Tita Merello acompañadas por Pepe Arias que en ese momento veían mis padres.

Por la tarde, volvimos a subirnos al auto para hacer uso de algunas compras efectuadas en la feria (trajes de baño, pues como llegaríamos en invierno mi hijo y mi marido habían rehusado ponerlos en las valijas), y así  poder disfrutar  de un  parque de agua de Royat, (cerca de Clermont-Ferrand Auvergne), plan que nos pareció divertido.
Nos sumergimos, literalmente, en un «Centre thermoludique», Royatonic, dispuesto para  toda la familia, que los franceses utilizan evidentemente para  pasar el invierno y divertirse.

Luego de nuestro día de «Spa», a la mañana  siguiente pusimos rumbo a Sarlat-la-Canéda,  preparando nuestros ojos y sentidos para  adentrarnos al medioevo francés……

Sarlat, es mágica, dejamos aquí una foto  como inicio del próximo relato….

PD: Dedicado a todos los que alguna vez necesitaron que «les dibujen un cordero»,  que les recuerden que  «lo esencial es invisible a los ojos» y a todos los que fueron, son y serán nuestros amigos .

Donde dormir: No dejen de consultar la pagina de la cadena www.ace-hotel.com, realmente un lugar impecable con precios muy accesibles

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