
Llegamos a Washington un domingo cerca de las 2 de la tarde en un vuelo de Delta. No había viajado en Delta antes, las veces que fui a Estados Unidos lo hice con American. Y debo decir que Delta fue mejor (comparándolas en fechas cercanas), más distancia entre asientos (por supuesto, nunca la distancia que una querría en clase económica pero… se agradecen los centímetros!), mejor comida, mejor entretenimiento.
Nos íbamos a hospedar en una residencia universitaria en el barrio de Georgetown, lugar que me resonaba por un programa de tele, DC Cupcakes, un negocio de venta de cupcakes, esos muffins adornados, super “maquillados” y coloridos. Georgetown, la ciudad o el pueblo de Jorge, pero ¿quién es George? Dudas… Me viene Clooney a la cabeza pero si bien ya tiene sus años (como yo), el barrio es bastaaante anterior, fue fundado en 1751 cuando Jorge II era rey de Gran Bretaña pero… fue fundado por otros dos Georges, comerciantes ellos. Así que no hay certezas. Aunque está muy bien, es coherente que Clooney se mencione en esta entrada… what else?
Seguramente si hubiéramos ido por nuestra cuenta (no por trabajo) nos habríamos alojado en el Downtown pero esto demuestra que hay que estar atentas/os y abiertas/os a la hora de elegir la estadía. Es un barrio bellísimo, muy distinto a las recontra conocidas postales cinematográficas de Washington: las grandes avenidas, el obelisco, el memorial de Lincoln, la Casa Blanca, el Capitolio, el estanque reflectante[1] en el que se mete Forrest Gump al grito de ¡Jen-ny! La zona conocida como National Mall.
Georgetown es más íntimo, con avenidas pero no grandilocuentes, casas históricas con fachadas de entramados de ladrillos rojizos y pocos pisos, y coquetos negocios. Sobre nuestra calle (la residencia estaba sobre la Av. Wisconsin) había muchos, pero muchos eh!, salones de masajes, relajación, bienestar personal, en unas pocas cuadras.


Pero nosotras estábamos ávidas de café, ya sería tiempo de relajarse en un spa, hacerse las uñas, etc. etc. Ahora necesitábamos tomarnos un café con alguna dulzura, ya que eran poco más de las 5 de la tarde y, como sabemos, es hora de merendar. Error… era demasiado tarde para un café… Si bien ya sabíamos que en Estados Unidos (y otros lugares) cenan temprano, estando ahí se te hace difícil entenderlo. Muchos cafés cierran a las 6 o 7 o no te da cosita entrar porque todas las mesas están vestidas, preparadas para la cena. Ufff… Teníamos cerca un Starbucks abierto pero buscábamos un rico café, algo que parece escasear en esas regiones… Igual, no era ningún suplicio caminar por esa avenida, mirando la arquitectura del barrio, alguna iglesia, algún mural y las vidrieras adornadas, muchas con flores, particularmente flores en tonos rosados. Era primavera y las flores de cerezo son un emblema en Washington, están en las postales, en lámparas, en los envoltorios de los chocolates (con gusto a cereza).


Casas en R Street, ¿¿y los ladrillos rojizos?? Christ Episcopal Church, ¡sí, acá sí están!

Era primavera como decía… pero hacía un calor como de verano… 34° creo… un día espléndido, solazo y nosotras pateando la Av. Wisconsin en busca del ansiado café. Hasta que, luego de caminar unas cuadras, allá enfrente, leímos en el vidrio de un negocio: Officina (se pronuncia ofichina), era una cafetería-trattoria-market. El nombre nos invitaba a entrar, seguras de que ese café no nos defraudaría. Ya en la puerta parecía todo preparado para la cena tempranera pero cuando entramos nos ubicaron en una mesa al fondo, tranquila, donde, además, había estantes con delicias de Italia para comprar (biscotti, aceite de oliva, aceto, polentas saborizadas y mucho más!). Y por supuesto el café estaba riquísimo, como todo café italiano. Siempre me pregunto, ¿por qué los cafés italianos son tan ricos? No tengo respuesta… aun lo estoy indagando.
Se preguntarán si fuimos al spa o si nos hicimos las uñas… la verdad que no! Los días fueron pocos y pasaron volando.
[1] Se llama así porque en él se reflejan los dos memoriales que están en sus extremos, el de Washington (el obelisco) y el de Lincoln.
Qué ver en Georgetown |
Si te interesan… … la arquitectura y el arte: Dumbarton Oaks Museum – Tudor Place – Halcyon House – Old Stone House (la casa más antigua de Washington), representantes de lo que se llama “estilo federal” (1780-1830). Esta arquitectura clasicista se corresponde con la arquitectura georgiana inglesa, reformulada en las colonias de América del Norte … las iglesias: Georgetown Lutheran Church, Christ Episcopal Church, hay muchas más! … las compras: M Street Northwest, lo que quieras, marcas reconocidas de ropa, y también las tiendas multimarca, que suelen tener muy buenas ofertas … los parques: Dumbarton Oaks Park – Montrose Park |